lunes, 5 de marzo de 2012

Santificado y especial


Leer
2 TIMOTEO 2.20, 21

¿Se siente especial, o por el contrario, se siente insignificante? Quizás le parezca que Dios tiene planes maravillosos para algunos cristianos, y que los está usando de maneras impresionantes, pero usted es apenas una persona común y corriente. Y se pregunta: ¿Por qué razón tendría Dios interés en mí?

La buena noticia es que toda persona es especial a los ojos de Dios, y que Él tiene un plan maravilloso para cada uno de nosotros. Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, Él nos aparta para un propósito.

Ahora pertenecemos a Él, y eso significa que no estamos aquí para vivir como nos plazca. Como hijos de Dios, existimos para glorificarlo a Él y honrarlo, siendo cada vez más parecidos a su Hijo en nuestro carácter, conducta y palabras. No es cuestión de seguir una lista de reglas, sino de dejar que Cristo viva a través de nosotros.

La Biblia llama a esto santificación. Es un proceso mediante el cual el Señor cambia continuamente a sus seguidores por medio del poder de su Espíritu Santo que mora en nosotros. No estoy diciendo que dejaremos de ser pecadores, pero cuanto más nos rindamos a la dirección del Espíritu, tanto más tendremos la victoria sobre el pecado. A medida que nuestras viejas actitudes y hábitos sean sustituidos por actitudes y hábitos santos, nos volveremos siervos útiles en la familia de Dios.

Ser especial para el Señor no tiene nada que ver con la clase de trabajo que usted haga, ni con qué tan inteligente o exitoso sea. Se basa en a quién le pertenece usted. ¿Vive como si pertenece a Dios? El plan maravilloso que Él tiene para su vida podrá realizarse plenamente solo si usted anda en obediencia a Él.

Tomado de: http://www.encontacto.org/

No hay comentarios:

Publicar un comentario