domingo, 26 de febrero de 2012

Solo sacia la comunión íntima con Dios

¿SATISFACCIÓN? ¿DONDE ESTAS?

de Lucio Spitaleri

Eclesiastés 6:7
Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia.

Según las estadísticas el americano promedio pasa 4 horas frente a la televisión diariamente (28 horas semanales, o el equivalente a 2 meses al año). En una vida promedio de 65 años de edad, un americano habrá pasado 9 de sus años frente a la televisión. Indudablemente la mayoría de nosotros invertimos mucho tiempo en cosas que no sacian.

Isaías 55:2
¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.

Pareciera que los hombres estamos en una constante búsqueda de satisfacción, queremos mas de lo que queremos porque parecemos no saciarnos jamás, y pareciera que mientras mas comemos de lo que nos gusta, menos lo disfrutamos. Ningún bocado después del primero parece sabernos igual, nuestra necesidad de satisfacer nuestro paladar es apremiante y hasta obsesiva.


Salmos 22:26
Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre.

La Escritura parece estar al tanto de esta necesidad humana de satisfacción. Todos anhelamos estar completamente satisfechos, todos deseamos abundancia, pero pareciera que según la Escritura dicha satisfacción es elusiva e imposible de obtener lejos de Dios.

Proverbios 11:25
El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.

También pareciera que el egoísmo es el principal enemigo de la satisfacción, mientras mas pienso o busco mi propia satisfacción, menos satisfecho me encuentro, pues una de las claves de la satisfacción es un balance saludable entre mi propia satisfacción y la de los de mi alrededor. Esto es especialmente verdad en la relación matrimonial.

Efesios 5:28
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Casarse para que te satisfagan es la formula perfecta para la insatisfacción matrimonial. Cuando una pareja busca la satisfacción del otro, en esa búsqueda está garantizada su propia satisfacción, pues “el que saciare, él también será saciado” (Prov.11:25), y por ende podemos concluir también que “el que busca solamente su propia saciedad, nunca se saciará.”

Filipenses 2:5-8
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Cristo fue el ejemplo perfecto de esta actitud humilde que busca el bien del otro, y busca sobretodo estar en el centro de la voluntad de Dios, pues solamente en ese balance perfecto nuestra alma “se deleita con grosura” (Isaías 55:2).

Cristo no estimó su posición, su deidad o virtud, no tuvo en cuenta sus propios deseos, no se dijo así mismo “no me apetece”, tampoco pensó “no se lo merecen”, no sacó a relucir nuestros muchas faltas o nuestra condición pecaminosa, sino que se dio totalmente y sin excusa, se hizo siervo, se humilló completa y totalmente, y motivado por amor.


Filipenses 2:9
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre.

Y como resultado de su humillación salvo a los que amaba, y personalmente recibió una gran y profunda satisfacción ademas de su exaltación. Y como se humilló hasta lo sumo, fue exaltado hasta lo mas alto porque el grado de nuestra exaltación es directamente proporcional a nuestro grado de humillación y viceversa.

Jeremías 2:13
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.

Dios es la fuente de aguas vivas que producen la plena satisfacción, sin embargo en la búsqueda de satisfacción la mayoría nosotros tenemos la creencia errada de que darle rienda suelta a nuestros deseos es la forma de asegurarnos la plena satisfacción. Darle rienda suelta a los deseos es como beber Coca-Cola y esperar que se te quite la sed sabiendo que contiene Sodio y por lo tanto beberla te aumentará la sed.


Juan 7:37-38
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Cristo comprendía la necesidad humana de profunda e intensa satisfacción. Parte de su misión fue abrirnos una puerta de profunda satisfacción por medio de una relación estrecha e íntima con Dios, la fuente de aguas de vida. La satisfacción es según la Biblia directamente proporcional a la intensidad y profundidad de nuestra relación con Dios.


Juan 10:10
...Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Cristo enseño que por medio de El podemos llegar a Dios que es la fuente de satisfacción y tener una vida increíblemente plena y abundante.


Juan 15:4
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Y esta plenitud se obtiene por medio de una intima y constante comunión con Dios que produce en nosotros virtudes y cambios que conducen a la vida abundante, virtudes que no teníamos la capacidad de obtener pero que ahora naturalmente se producen en nosotros como fruto de la presencia e intimidad con Dios. Así como la rama de la vid no tiene la capacidad de producir uvas aislada o separada del tronco, nosotros sin Cristo no teníamos la capacidad de tener satisfacción o una vida plena por estar lejos de Dios.

Lucio Spitaleri

"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente" - le respondió Jesús-. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. Mateo 22:37-38





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